martes, 14 de abril de 2015

Una llave triángulo (o Sankaku Jime en Judo), es una llave formada a partir de lo que llamo 2 y 2
--2 Componentes del atacante (las dos piernas) y 
--2 Componentes del atacado (cuello y un brazo) 

Es importante que nuestra tibia, se encuentre directamente detrás de su nuca. De lo contrario, la llave no es efectiva 

¿Porqué se llama así? 
Se llama así, porque con nuestras piernas (siendo nosotros el atacante) vamos a formar un triángulo cuyos vértices son nuestras rodillas, y nuestra cintura. 


¿Sobre qué actúa? 
El objetivo principal de una llave de triángulo, es obstruir el paso de sangre hacia el cerebro. Si la técnica es aún más prolija, se podrá bloquear el paso de aire. Entonces actúa sobre la Carótida y la garganta. 

¿Cómo se hace? 
El triángulo básico es relativamente sencillo: Al estar nuestra víctima en nuestra guardia (con nuestras piernas rodeando su torso), debemos primero, asegurar el brazo del oponente que estará involucrado en la llave, para después liberar una pierna y apoyar el pie del mismo lado al costado. 
Este pié servirá como punto de apoyo para rotar nuestra cadera, y estar lo más perpendicular posible nuestro torso al del oponente. De esta forma, nuestro triángulo será realmente efectivo. 
Procedemos a levantar nuestra pierna por sobre el brazo del oponente que se encuentra liberado, y lo cruzamos hasta que nuestra rodilla esté debajo de su oreja. 
Finalmente, estiramos el brazo asegurado para optimizar nuestra llave y levantamos la otra pierna hasta enganchar el lado opuesto de esa pierna, hasta alcanzar el lado opuesto de la rodilla con la parte de adelante de nuestro tobillo. 

Una vez que el triángulo se encuentra cerrado. ¿Qué deberíamos hacer? 
Primero que nada, el brazo que tenemos asegurado de nuestro oponente, deberá ser estirado lo más posible. Por último, se debe hacer fuerza hacia abajo con nuestra pierna que enganchó a la otra y completó el triángulo. 

Algo más a tener en cuenta? 
Si quieren complementar nuestra llave, viendo que es un oponente relativamente resistente, podemos abrazar nuestras rodillas, sujetar nuestras manos y, haciendo fuerza con nuestros dorsales, buscamos acercarlas para mejorar la compresión. 
Otra cosa que se puede hacer es sujetar la nuca del oponente y jalarla hacia abajo. 

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